"Por San Blas la cigüeña verás... " pero no ... además de cientos de refranes para este día (bueno, ayer día 3 de Febrero), tambien hay la tradición de llevar al Santo, Rosquillas para bendecirlas, pues se le considera el patrono de los enfermos de garganta.
La tradición dice que San Blas era un médico eremita que poseía el don de las curaciones milagrosas, hasta el punto de salvar la vida de un niño al que se le había atravesado en la garganta una espina.
Por ese motivo se le considera el protector de las gargantas, y se dice que si tomas rosquillas bendecidas por San Blas, estarás protegido de la garganta durante todo el año.
La primera vez que escuché esta tradición fue viviendo en Madrid, donde una amiga todos los años las llevaba a bendecir y luego nos daba.
El otro día paseando por donde vivo, vi que anunciaban "Garrotes" (como si fueran unos bastones de pan con anisines) y decían que era típicos para San Blas, pero buscando información, no encontré nada, salvo que podía ser pan con anisinos, o incluso masa de Monas de Pascua o Toñas.
Así que como no saqué nada en claro, me puse a preparar unas Rosquillas horneadas y sin glaseado, pues las que yo conocí en Madrid para este día no lo llevaban, aunque he visto que en muchos sitios se lo ponen.
ROSQUILLAS DE NATA
* 250 ml. de nata
* 250 gr. de azúcar
* 3 huevos
* Ralladura de ½ limón
* Un chorrín de anís
* 750 gr. de harina (normal)
* 1 cucharadita de levadura (de panadero)
Mezclamos la nata con el azúcar y la semi montamos. Añadimos los huevos uno a uno, e incorporamos el anís y la ralladura.
Añadimos la levadura a la harina, y mezclamos a la nata con los huevos.
Dejamos la masa reposando 1 hora.
Vamos tomando porciones de masa y haciendo forma de rosquillas. Colocamos sobre papel de hornear en una bandeja de horno y dejamos reposar nuevamente unos 30 min.
Horneamos a 200º unos 12-15 minutos, hasta que veamos que están con un ligero color dorado
La tradición dice que San Blas era un médico eremita que poseía el don de las curaciones milagrosas, hasta el punto de salvar la vida de un niño al que se le había atravesado en la garganta una espina.
Por ese motivo se le considera el protector de las gargantas, y se dice que si tomas rosquillas bendecidas por San Blas, estarás protegido de la garganta durante todo el año.
La primera vez que escuché esta tradición fue viviendo en Madrid, donde una amiga todos los años las llevaba a bendecir y luego nos daba.
El otro día paseando por donde vivo, vi que anunciaban "Garrotes" (como si fueran unos bastones de pan con anisines) y decían que era típicos para San Blas, pero buscando información, no encontré nada, salvo que podía ser pan con anisinos, o incluso masa de Monas de Pascua o Toñas.
Así que como no saqué nada en claro, me puse a preparar unas Rosquillas horneadas y sin glaseado, pues las que yo conocí en Madrid para este día no lo llevaban, aunque he visto que en muchos sitios se lo ponen.
ROSQUILLAS DE NATA
* 250 ml. de nata
* 250 gr. de azúcar
* 3 huevos
* Ralladura de ½ limón
* Un chorrín de anís
* 750 gr. de harina (normal)
* 1 cucharadita de levadura (de panadero)
Mezclamos la nata con el azúcar y la semi montamos. Añadimos los huevos uno a uno, e incorporamos el anís y la ralladura.
Añadimos la levadura a la harina, y mezclamos a la nata con los huevos.
Dejamos la masa reposando 1 hora.
Vamos tomando porciones de masa y haciendo forma de rosquillas. Colocamos sobre papel de hornear en una bandeja de horno y dejamos reposar nuevamente unos 30 min.
Horneamos a 200º unos 12-15 minutos, hasta que veamos que están con un ligero color dorado
NOTA: No quedan unas Rosquillas secas, crujientes como unas galletas. Sino que quedan crujientes por fuera, y tiernas por dentro